Thought Mantique: Cronograma Septiembre - A traspiés

Cronograma Septiembre - A traspiés

lunes, octubre 25, 2021

 

(Enlace a la lista de Spotify aquí)

Buenos días desde septiembre, la pausa después del caos. Aquí buscaré reencontrarme, hallar mi espacio, mi voz, eso que siento que he perdido, que desaparece lentamente entre las sombras.

Buenos días desde el frescor que ahora inunda las mañanas. Me pongo un pantalón suave y largo hasta que apriete el calor tardío, y me siento arropada, entre nubes. El abrazo de los cambios, incluso cuando solo es el paso de una estación a otra.

Buenos días desde el silencio de las mañanas. Una lengua de niebla se desliza por la ladera de la montaña delante de casa, parece una cascada que conecta cielo y tierra. Aquí, en las alturas, yo también quiero esa conexión.

Buenos días desde la luz cándida del amanecer. El horizonte tiene un tono opaco, gris, pero las sombras se desplazan con el pasar de los minutos para dejar que la candidez del día arrope el paisaje.

Buenos días desde la niebla: la que cubre la montaña, la que nace de mí. También yo desaparezco tras el velo del dolor, de la recaída.

Buenos días desde el fin del verano: frío en los pies, en las manos, pantalón largo, y el café caliente. Atrás quedó el despertarme y refugiarme en las bebidas frías.

Buenos días desde lo que fue un despertar promiscuo: antes de amanecer, antes de que la lengua de niebla se arrastre por el horizonte y cubra el monte delante de casa.

Leo que Olatz Vázquez fallece y es como perder una amiga lejana, que conocí brevemente pero a la que le deseaba paz y tranquilidad. Ver que ha desparecido con la sensibilidad que aportaba su trabajo me encoje las tripas. No lloro, últimamente no me quedan lágrimas, pero noto que algo se me revuelve, que la vida se inclina un par de grados y todo parece fuera de sitio. Como leí en un tuit: la leía a escondidas, cuando aparecía en redes, porque seguirla y estar al tanto era demasiado doloroso. Dolor empático y dolor nostálgico, por ella y por los que yo también perdí en una habitación de paliativos. Hay cosas que siempre tocarán demasiado cerca, que reviven las heridas pasadas. Siento esa angustia de nuevo, el remolino de pensamientos intrusivos que me decía: “tú lo tienes, tú también, todos lo tienen, todos pasaremos por lo mismo”. Recuerdo ese bucle tumbada en la cama, mirando al techo porque no podía dormir del pánico que me atenazaba de madrugada. Sé lo que deben sentir sus seres queridos, y a la vez no lo sé, porque nunca se acaba de entender. La pérdida es universal, pero eso no le quita la singularidad a cada una. Cuánto lo siento.

Septiembre es poner en orden la esencia que desperdigamos en vacaciones, retomarnos como somos y como queremos ser, hacer un balance. Somos un proyecto andante que se renueva cada día. No es fácil cambiar, menos cuando llevas funcionando de la misma manera años. Las heridas profundas tardan en sanar, y sin una bondad hacia nosotros mismos para apoyarnos en el camino estás seguirán abiertas, sangrando, derramando la vida que contienen al suelo. 

Me di un año de prueba y llevo ya 9 meses. Siento que he avanzado muchísimo y al mismo tiempo que no he llegado a ningún sitio. Quiero encauzarme, pero es que siempre digo la misma frase. Quizá lo ideal sería conseguir dejar de pensar y únicamente hacer: crear hasta que sea tan rutinario como respirar.

Mi amiga de toda la vida se ha mudado temporalmente a Hungría y eso significa que ya no la tengo a 10,000 km y estamos en el mismo uso horario. La perspectiva que da la distancia creada por el océano.

Crear también engloba el hogar, cuidarlo y convertirlo en un refugio. Llevo viviendo tanto en casas no-hogar, que se me había olvidado ir más allá de la limpieza y el orden. Supongo que también ahora me lo puedo permitir: tengo los horarios y la estabilidad que me dan el reposo y el tiempo necesario para dedicarme a mi hogar, a construirlo desde los cimientos y no vivir a base de pedazos, de espera hasta el próximo cambio.

Una de las mejores cosas que he hecho es darme permiso de crear algo complejo, lleno de intimismo y que dé a la reflexión así como algo ligero, divertido, y donde la simplicidad sea la estrella. Soy válida aunque no esté en ningún lado del espectro, aunque no me centre. 

Empezar algo nuevo es como renacer. Empiezo las clases de cerámica con más nervio que ilusión, al final de un mes que me ha llevado arrastrando y me ha deteriorado por completo. Me dejo llevar, no hay expectativa. S., la profesora, ya lo dice: «se practica el desapego, hasta que la pieza no está en tu casa, no es verdaderamente tuya… tantas cosas pueden salir mal». Soy honesta al momento de la presentación: “soy muy creativa, escribo, bailo, ilustro…. Pero me exijo demasiado y quería empezar de cero, volver a las raíces”. Quiero aceptarme como soy y eso significa renunciar a la falsa humildad de creerme mediocre, cuando dentro de mí hay un bosque esperando ser explorado.

De todo lo que no somos, hay algo que nos hace anhelar; una nostalgia de lo que no pudo ser.
Imagen de una linea con filigranas que hace de separador.
Inauguro el mes con un retazo de pensamientos surgidos de mis casi dos semanas fuera de casa. Pequeños retazos que hilan sentimiento y pensamiento, unos apuntes post vacacionales. Para el #TLOUDay recupero mi reseña/impresiones de la segunda parte de la saga para recordar lo mucho que me impactó. 

Comparto también unas reflexiones sobre Adam, de Maryam Touzani (2019), una película llena de dulzura, carisma y ternura.

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