Thought Mantique: Cronograma Octubre y Noviembre - En silencio se existe

Cronograma Octubre y Noviembre - En silencio se existe

lunes, diciembre 06, 2021



(Enlace a la lista de Spotify de octubre y de noviembre

Buenos días desde una mañana de horizonte límpido, y con la resaca de ilusión de haber construido con las manos. 

Cómo concentrarme hoy si he salido a ver el amanecer y el sol despuntaba sobre las montañas y una ola de niebla.

Primer café caliente de la temporada, atrás queda despertarse con el hielo, el frescor que se desliza por la garganta.

Buenos días desde las mañanas cada vez más frías. El aire de la noche se cuela en casa y salir de la cama empieza a ser complicado. Ni siquiera que la mente sea hoy un tren desbocado ayuda a entrar en calor.

Buenos días desde el silencio en casa. Huele aún al incienso de la noche, y en mis manos sigo notando la fría cerámica cobrar vida bajo mis dedos.

Buen día desde la niebla sobre la montaña, el vaho que inunda la cocina al hervir el té, y la opacidad que llevo dentro.

Buenos días desde el vuelo de las golondrinas. Ojalá ser tan libre y no sentirme tan pesada, tan impostora, tan fracaso. Ojalá simplemente ser.

Buenos días desde el amanecer, el del horizonte y el que llevo dentro. He de llevar este silencio que me rodea con que me aprisione. Existo poco fuera de mis límites, más en el interior soy un bosque en constante crecimiento.

Que denso es sentir, pero más agobiante es intentar encontrarle la justificación y el sentido a cada emoción.

Romantizando este martes encendiendo una vela y preparando un té blanco afrutado para afrontar la tarde.

Buenos días desde las mañanas engañosas: el sol es radiante pero el aire gélido. Las horas de sol menguan como el ánimo, pero supongo que consuela sabernos a todos en el mismo barco.

Buenos días desde la fuerza que florece dentro, espaciada por el gélido aire que golpea las ventanas. Un día más, una lucha más por hacerme un hueco en el mundo.


I

Después de finalizar septiembre con mi primera clase de cerámica sigo y sigo moldeando: barro en las manos, en la ropa, en la mascarilla. Polvo al pulir, trozos al agrietarse. Moldeo con los dedos pero también con algo más, algo que se transmite sin ser visto pero que perdura, quizá es el alma, la esencia, o ese pedacito que dejamos por donde pasamos. Comparto mis primeras impresiones en los Apuntes I

Hace un año estaba en ERTE parcial, en un nuevo semestre, con un curso del SEPE, en un proyecto de danza, clases varias, y diciendo "sí" a adoptar otro gatito (que, al final, fueron dos). Estoy en la misma silla, mismo escritorio, pero mi vida ha cambiado de manera que no me imaginaba. En los siguientes meses dejé la carrera, el proyecto y las clases, empecé la medicación y adopté 2 gatitos. Me di un año de plazo para cuidar de mí misma y centrarme en lo que me apasiona: crear. A veces parece que todo sigue igual cuando en realidad es que el cambio ha engullido todos los niveles.


II

Soñé me iba a vivir a un pueblo al sur llamado Santa Tecla, cerca del Mar Menor. Durante un mes, este mar crecía e inundaba las calles, y en mi casa el agua se colaba fácilmente. Antes de todo, una vecina regaba mis plantas al verlas tan secas.


III

En el #DiaDeLasEscritoras felicito a todas aquellas que escribimos, que dejamos en la hoja lo que nos atenaza el pecho, que construimos mundos, que buscamos ir más allá de nosotras mismas. Feliz día a aquellas que no han publicado, las que escriben para sí mismas, las que están descubriendo a penas este arte, las que han encontrado su estilo o han roto con él. Que no os digan que no sois escritoras solo porque escribís para vosotras. Feliz día a las que publican, a las que auto publican, las que suben sus escritos a plataformas gratuitas, las que dedican su vida a ello y las que tienen que compaginar. A las que tienen su grupo, a las que se sienten solas y aún no encuentran su hueco. Feliz día a las que están en un bloqueo, o salieron de él, o regresaron a la escritura tras años de pausa. Feliz día a las que les cuesta sacar una página, y a las que mil palabras son pan comido. 


IV

Crece una desazón en mí, a la que no se ponerle nombre. Será pasajera, pero igual ahoga.


V

No soporto que me miren, pero me gustaría dejar de ser invisible.


VI

Tengo varios días de querer tirar la toalla. Suele no importarme gritar al vacío, ocupar espacio aunque nadie lo reconozca como mío, pero supongo que he llegado un poco a mi límite. Crear para mí misma se me queda corto, pero siento inalcanzable la conexión con los demás. Estoy cansada de luchar por la visibilidad, por tener que reflotar por encima. 

La energía se me escapa y pierdo la ilusión por crear, porque hay un fin al que no llego. La ilusión del camino está cubierta de niebla. Sé que esta sensación de fracaso pasará y volveré a levantarme y a luchar por que mis letras, mis creaciones, consigan llegar a alguien y conectar, pero hoy no es el día (ni la semana, ni el mes). 

Es muy difícil reclamar atención cuando hay mil y una más como yo, que buscan que su arte traspase y llegue a los demás. Estamos todas en el mismo barco, el de querer crear y que ello sea algo importante en nuestras vidas.  Pero, ¿cómo reclamar un sitio propio entre tantas? Y más cuando ya hay tanto talento, tanto éxito, ¿quién soy yo para intentarlo si no una mera sombra? ¿Cómo poder tener constancia para estar, crear y promocionarse cuando la vida reclama tantas horas? ¿Cómo construir una comunidad en la cual poder darnos apoyo para crecer? ¿Cómo derruir muros propios y ajenos? Al final del día el trabajo y las obligaciones hacen que una este cansadísima para poder siquiera plantearse algo así. Ya no es luchar a contra corriente, es sencillamente que el río está seco. Supongo que toca seguir pasito a pasito a pesar de que no vea nada delante mío.

Digo “estoy triste”, pero no es realmente eso. Me corrijo: “es frustración”. Sí, quizá es un poco más eso, pero hay una tristeza inherente a la cual no puedo dar la espalda. Cómo definir la imposibilidad de no dedicarse a lo que el alma pide: crear. No consigo optimizar mi tiempo, ni centrar las energías. Qué fácil es dispersarse y más cuando durante el día casi todo son obligaciones para la supervivencia, para que el caos no engulla. Supongo que hay que seguir sanando, aprendiendo, poco a poco creciendo.


VII

Noviembre me trae respiro y recuperar la ilusión por crear. Vuelvo a creer que mis metas son alcanzables, que más que rozarlas con los dedos podré aferrarlas y arrastrarlas hasta mí. Tengo muchas cosas que escribir y se me agolpan y se devoran unas a las otras y solo quedan cenizas. Estoy en un punto bastante estable y bueno de mi vida, pero me cuesta centrarme en ello porque no consigo que la creación forma parte de mi rutina. Podría renunciar a ella y centrarme en sentirme satisfecha con el resto, pero es que noto un vacío que me carcome.

Encuentro que el sofá me adormece, me da desidia, y es en mi trabajo, en la creación, donde realmente hallo la dicha en el tiempo libre. Cosas que siempre he sabido pero que cuesta asimilar, como si tuviera que recaudar todo un folder de evidencias para convencerme de que sí, lo mío es crear. Después de casi un año, vuelvo a gozar el bailar, leo, salgo a ver el atardecer mientras acabo unas piezas de cerámica y vuelvo a respirar.

Quiero pensar en la vida que me gustaría tener. Llenarme de lo que me encanta para sentirme menos vacía.


VIII

No puedo renunciar a crear porque está tan unido a mí que me abruma su ausencia, pero tampoco estoy hallando el tiempo y la energía para dedicarle el tiempo que me gustaría. Es un bucle. No sé qué me pasa, que tengo más tiempo que nunca pero siempre me acaba faltando: acabo liándome con recados, o necesito descansar, o después de todo el día delante de una pantalla necesito parar antes de que empiece a dolerme la cabeza o los ojos. Es curioso como el estrés es una especie de propulsor, de generador para empezar a moverme. Porque es eso, lo que me falla sobre todo es el inicio de.

Disciplina. Ayer buscaba esta palabra mientras yacía en la oscuridad, cubierta por el nórdico hasta la nariz. Soy lo contrario: se me escapa la energía por la boca, en el remolino de pensamientos del día. Se me escapa por los poros, en la respiración. Pienso y pienso sin darme cuenta que exudo toda la intención.


IX

Escribo: Existo a trocitos, despegados apenas y con espacio entre cada uno. O quizá existo en ese hueco: el abismo entre ser una cosa o ser otra. Soy docenas de aficiones e intereses que se solapan y se pliegan entre sí, el día no da abasto para tantos ámbitos, y aun así busco la manera de, poco a poco, minuto a minuto, sentirme que estoy completa, que mi interés global es una única cosa y no los fragmentos desperdigados de la existencia.

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